Círculo Médico de Pehuajó
Desafío y contexto.
Frente al desafío propuesto por las bases del concurso de generar un edificio que refleje la Identidad Institucional del Círculo Médico y al mismo tiempo una referencia arquitectónica en Pehuajó, como símbolo de los requerimientos que la ciudad moderna exige, se propone un juego de llenos y vacíos para la resolución del programa.
Dos patios, como estructura proyectual generadora de la nueva Sede del Círculo Médico, a través de los cuales se interrelacionan las funciones del programa.
Un patio social seco en el que se expresa la relación interior-exterior entre dos volúmenes dispuestos en forma paralela, eje del proyecto y con reminiscencia a las construcciones tradicionales de décadas atrás en la provincia de Buenos Aires, con un gran árbol que domina la escena del mismo. Centro de reunión y un espacio en el que los ocupantes del futuro edificio se sientan identificados, invitándolos a apropiarse del mismo.
El volumen colocado en el frente contiene los usos administrativos relacionados con el público en general,la Atención al Público y la Administración, que permite una circulación y renovación de público con un flujo dinámico.
En el segundo volumen se encuentra el SUM, donde se desarrollarán diferentes actividades como eventos, celebraciones, conferencias, actividades de duración prolongada, que pueden requerir de distintos tipos de acondicionamientos según su necesidad. Es por ello que el SUM está pensado para actuar de forma independiente o vinculado a los espacios exteriores.
Estos dos volúmenes relacionados por el patio social y un cuerpo de apoyo de servicios, como un espacio de transición entre ambos volúmenes. Finalmente el segundo patio totalmente verde, en contraste con el primero, un lugar de expansión del SUM y las actividades que se desarrollen en él sin perjudicar el funcionamiento de las demás funciones del edificio.
En síntesis se propone la apropiación total del terreno, resolviendo el programa en una sola planta aprovechando el 60% del FOS, generando como concepto el espacio continuo y un edificio que se transforma en su propio paisaje.
Imagen institucional y materialidad.
Se busca una imagen austera y al mismo tiempo imponente en el contexto.
Un volumen blanco calado, marcando el acceso y un zócalo vidriado en el que se insinúa lo que ocurre dentro del edificio. Un contrapunto entre la masa y el vidrio, entre lo opaco y la luz, entre lo privado y lo público.
Una volumetría fácilmente reconocible en contexto en el que se inserta, tanto por su materialidad como por su escala, acorde para transformarse en un icono institucional en la ciudad.
Constructivamente se optó por un sistema estructural tradicional de hormigón armado, ladrillos huecos de 18cm. y terminación de revoque texturado blanco para los volúmenes, relacionados con la tradicional arquitectura sanitaria.
Para el zócalo de la fachada, un cierre de U-glass y carpinterías plegables para los patios para permitir su integración si es requerida.